domingo, 5 de julio de 2009

¿VENTAJA DE LAS BLANCAS?


Wilhelm steinitz


La ventaja de salida en ajedrez se refiere la ventaja inherente del jugador (llamado "las blancas" o el "blanco") que hace la primera jugada en el ajedrez. Los jugadores de ajedrez y los teóricos del juego por lo general están de acuerdo con que las blancas empiezan la partida con alguna ventaja. Estadísticas compiladas desde 1851 apoyan este punto de vista, mostrando que las blancas consistentemente ganan con una frecuencia algo mayor que las negras, generalmente logrando entre el 52 y 56% de los puntos.[1] El porcentaje es similar para partidas de torneo entre humanos y partidas entre computadoras. Sin embargo, la ventaja de las blancas es menor en partidas de ajedrez rápido y en juegos entre humanos no expertos.

Los jugadores y estudiosos del ajedrez han debatido por mucho tiempo si, dado un juego perfecto por ambos bandos, la partida debería terminar en una victoria para las blancas o en un empate. Desde al menos 1889, cuando el campeón mundial Wilhelm Steinitz trató el tema, el consenso mayoritario es que con un juego perfecto la partida debe acabar en tablas. Sin embargo, algunos jugadores destacados han alegado que la ventaja de las blancas debe ser suficiente para ganar: Weaver Adams y Vsevolod Rauzer afirmaron que las blancas deben ganar luego de hacer como primera movida 1.e4, mientras que Hans Berliner opinaba que tras 1.d4 las blancas deben ganar. Se puede imaginar que las computadoras terminarán por resolver el debate al determinar el resultado de una partida de ajedrez perfectamente jugada.

Algunos jugadores, incluyendo campeones mundiales como José Raúl Capablanca, Emanuel Lasker y Bobby Fischer, expresaron temores de "una muerte por tablas" conforme se analizaba más profundamente el juego. Para disminuir este riesgo, Capablanca y Fischer propusieron en su momento variantes del ajedrez para renovar el interés en el juego, mientras que Lasker sugirió cambiar la manera de asignar puntaje a los empates y a los mates ahogados.

Desde 1988, los teóricos del ajedrez han desafiado opiniones hasta ese entonces bien establecidas sobre la ventaja de las blancas. El gran maestro (GM) András Adorján escribió una serie de exitosos libros con el tema "¡Las negras están bien!", sosteniendo que la percepción general de que las blancas tienen una ventaja tiene un mayor fundamento en la psicología que en la realidad. El GM Mihai Suba y otros sostienen que algunas veces la iniciativa del blanco desaparece conforme avanza el juego sin una razón evidente. El estilo que prevalece en la actualidad para jugar con las negras es buscar posiciones dinámicas y desequilibradas con un contrajuego activo, antes que meramente tratar de igualar.

Los autores modernos también opinan que las negras tienen ciertas ventajas que contrapesan la ventaja de salida. El consenso de que las blancas deben tratar de ganar puede ser una carga psicológica para el jugador que lleva las blancas el que a veces pierde por esforzarse demasiado en ganar. Más aun, de acuerdo con la teoría de juegos, jugar en segundo lugar puede ser ventajoso porque las blancas tienen que revelar sus intenciones primero. Algunas aperturas son por lo tanto consideradas buenas para las negras pero no tanto para las blancas, porque la jugada extra de las blancas permite a las negras ajustarse con anticipación a las planes de su oponente. Algunas aperturas simétricas (es decir aquellas en las que ambos jugadores hacen las mismas movidas) también pueden llevar a situaciones donde mover primero es una desventaja, ya sea por motivos psicológicos u objetivos.

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